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El día Domingo es especialmente dedicado al Arcángel Miguel, su invocación en este día hace que la semana que comienza este protegida de todo mal que pueda hacernos daño. Las virtudes asociadas a Miguel son la voluntad de Dios, el bien, la bondad, la fe, el poder, la fuerza, la protección y el equilibrio.
Los dones espirituales que proporciona son básicamente la liberación de miedos, el fortalecimiento de la voluntad y el espíritu, la liberación de cadenas interiores, la fe en uno mismo y el perfeccionamiento espiritual.
Es a Miguel Arcángel a quien se invoca ante la presencia de demonios, malos espíritus o simplemente malas energías, cada persona le da al mal diferentes nombres y representaciones, ya que su principal función es la de ser un ángel protector. No obstante también es el arcángel ideal para cuando requerimos determinación ante alguna prueba, cuando nos sentimos débiles o carentes de valor, cuando necesitamos fortalecer nuestra voluntad, desarrollar autodisciplina y ajustar nuestra voluntad a la voluntad divina. El Arcángel Miguel puede ayudar inspirando a los líderes de toda índole y también puede liberar del mal karma, de los apegos y de la negatividad.
El ejercicio del Día Domingo es el siguiente
1- En un lugar no frecuentado, coloca una vela de color azul, si la petición va dirigida a solucionar problemas de luchas y conflictos, amorosos, de dinero y necesitemos protección. De Color Rojo, si la petición va dirigida a soluciones un bloqueo espiritual.
Color Amarillo: Cuando necesitamos activar nuestra prosperidad, economía e Iluminación.
2- Al lado de la vela, coloca un incienso de canela, un vaso con agua, una estampa o imagen del Arcángel Miguel.
3- Enciende la vela, el incienso y di la siguiente oración:
“Arcángel Miguel que custodias las Puertas Sagradas del cielo, que pesas con tu balanza la Justicia, que partes con tu espada las tinieblas, préstame los poderes que tú tienes para defenderme en la vida, de los espíritus o invisibles que mal quieran contra mí, contra mi casa o contra mis seres queridos. Soluciona mis problemas, para ti no hay dificultades y al yo estar bajo tu protección las soluciones llegan a mí de forma fluida. Tú me das paz, bienestar y amor. Gozo de energía plena gracias a tu cuidado. Amén.”
4- Quedas unos minutos en silencio, agradeces su protección y sigues tu día como de costumbre.