LA MAGIA DE SER FELIZ: LA MENTE.-
Todo es mental; para algunas filosofías orientales todo cuanto nos rodea es solamente producto de nuestra imaginación, ya que según sea el momento en que nos encontremos ante una situación , la podemos interpretar de diferentes formas. Lo cierto es que todo es cambiante y como ya hemos indicado en otras ocasiones, la percepción que tenemos de la realidad es limitada en función precisamente de que nuestros sentidos son también muy limitados. Haga usted una sencilla prueba. Invite a un grupo de amigos a presenciar una situación que previamente habrá ensayado con otra persona sin que ellos la hayan visto. La escena puede ser por ejemplo: usted irrumpe en la habitación empuñando una pistola de juguete con la cual encañona a la otra persona. Le pregunta la hora. Y a continuación , ríe y dispara mientras su oponente cae al suelo. Ahora pida a cada uno de los asistentes que escriban lo más brevemente posible todo lo que ha ocurrido, pero sin consultarse los unos con los otros. Recoja las cuartillas y quedará asombrado al constatar que una escena tan breve como la indicada tiene diferentes interpretaciones y detalles para cada uno de los presentes. Y ello es debido a que no sabemos percibir y detalles para cada uno de los presentes. Y ello es debido a que no sabemos percibir exactamente lo que nos rodea porque nuestra atención es inquieta. Centre la atención de su mente sobre su propia mente. Busque antes de hacerlo algunas imágenes lo más agradables posible de algo que le haya sucedido o de un hecho del cual ha sido testigo y recréese unos minutos en recordad el agradable estado en el cual se hallaba sin darse exacta y plenamente cuenta. Ahora desmenuce la situación sobre el cual su mente trabaja, y si quiere potenciarla, evoque los detalles que se daban e imagine una pantalla cinematográfica sobre la cual van apareciendo las escenas que formaban el contexto de toda la secuencia. Este simple ejercicio realizado antes de proceder a dormir y realizado en la propia cama, lleva aparejada una actitud de pensamiento alegre y positivo que durante toda la noche va a convertirse en una especie de imán de energía positiva, de bienestar, tanto físico como mental, que protegerá su descanso nocturno contra toda influencia negativa que otros recuerdos podrían llevar aparejada, si antes de dormir está centrando su atención sobre ellos. De ahí se desprende el daño que nos hacemos inconscientemente si antes de acostarnos hemos presenciado en la televisión películas de hechos delictivos, sexo, desgracias e innumerables anuncios intercalados, que al romper la continuidad de las acciones conllevan un estado de inquietud, agresividad y nerviosismo, que va a imperar durante las horas de descanso conviertiéndolas en testigo de otras influencias , malas influencias, que se hallan agazapadas más allá de los sueños para filtrarse en ellos. Y por la mañana, al despertar, vuelva a recordar las escenas placenteras que ha utilizado antes del sueño. Mírese al espejo y contemple su propio rostro, especialmente el brillo que hay en los ojos y adivinará la pequeña chispa que durante el día se convertirá en : FELICIDAD.
Desde un prisma totalmente esotérico o mundano, es aconsejable dejar la mente quieta y tranquila lo más posible, pues ello proporciona armonía y paz además de salud. Cuando tengamos que pensar y decidir sobre un tema, pensemos y decidamos, pero no continuemos día tras día manoseando los mismos pensamientos, pues es contraproducente y conducen al sujeto a una impaciencia , negatividad y nerviosismo y negativos.
NAMASTE.
