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EQUIPAJE: Cuando debemos emprender un viaje la primera cosa que hacemos es preparar nuestro equipaje, pues éste debe contener todo aquello que consideramos imprescindible para desenvolvernos con normalidad en el lugar al que vamos. Así pues, los sueños de equipajes siempre se relacionan con un viaje, o lo que es lo mismo, presagian un cambio, una evolución para el dueño del mismo, ya seamos nosotros u otra persona. Pero si el equipaje soñado no parece tener dueño o nadie lo reclama, es que en vez de un viaje se trata de la llegada de alguien que, en una u otra forma, motivará que se produzca un cambio, una evolución en nuestra vida. Por lo tanto, el equipaje soñado simboliza cuanto disponemos: bienes, posibilidades, capacidades, signos externos e internos de riqueza, instintos, costumbres, protecciones, perjuicios, etc. Cuando en el sueño perdemos o nos olvidamos nuestro equipaje, lo que siempre se acompaña de sentimientos de inseguridad y frustración, es una manifestación de nuestra impotencia para poder realizar la tarea, la función o la evolución que deseábamos, ya sea por falta de medios, de capacidades o de cualquiera de las cosas que simboliza el equipaje. Otras veces, es tanto lo que intentamos cargar dentro de nuestro equipaje que éste se convierte en un pesado lastre que nos impide movernos, que nos imposibilita el viaje. Lo cual indica que todavía estamos demasiado atados a las cosas materiales, a los afectos, a hábitos adquiridos, a los prejuicios, por lo que el cambio o la evolución deseada es totalmente imposible de llevar a término. Y es que para progresar es necesario saber prescindir de lo que ya no sirve, dejar atrás falsos valores y posesiones; y no olvidemos que en último término, siempre llegará un momento en que deberemos abandonarlo todo si queremos ser realmente libres y espiritualmente logrados.
ERA: Si la era soñada está vacía, pronostica problemas y dificultades, y a veces, penuria. Pero si contiene paja o grano, o ambas cosas a la vez, asegura bienestar y provecho, tanto mayor como más repleta se halle. Cuando las circunstancias personales del soñador lo permitan, puede anunciar el cobro de una herencia que ya se esperaba.
ERMITAÑO: Es un sueño con dos vertiente que dependen del ambiente general del sueño. Si dicho ambiente es claro, soleado y tranquilo, significa tradición, estudio, reserva, trabajo paciente y profundo. Pero si el ambiente es nocturno, nublado o tenebroso, también es presagio de estudio y trabajo, pero taciturno, pesado y meticuloso hasta el aburrimiento.
ERIZO: Soñar con un erizo es un mal presagio de luchas, persecuciones y decepciones, pero ante todo es nefasto cuando necesitamos pedir dinero, pues es seguro que caeremos bajo las manos de un usurero.
ESCALAR: Tanto en los sueños como en la vida real, escalar equivale a subir a un lugar elevado venciendo una serie de obstáculos, resolviendo una serie de problemas que se nos presentan a cada paso, a cada palmo de terreno que subimos. También son muchas las cosas que pueden escalarse: una cima, una montaña, una colina, un muro, una casa, un castillo …, pero si nos fijamos bien veremos que cada una de estas cosas desde el punto de vista de la escalada no son más que grados de dificultad, distinta clase de obstáculos y de problemas que resolver. Así pues, el significado general de estos sueños será siempre el mismo: el de subir, de escalar una posición, de conseguir un éxito, pero siempre venciendo numerosos obstáculos y solucionando múltiples problemas. No obstante, en estos sueños existe algo que conviene destacar y que casi siempre se olvida, quizá debido al sentido cristiano de la vida y al erróneo concepto occidental de la superación , que sólo impulsan a subir, a escalar, ya sea al cielo o al éxito, pues bajar es del descenso a los Infiernos, es perder categoría, dinero y posición. Pero en la vida no todo es subir y triunfar, también es importante detenerse a consolidar y saber que bajar, que no es lo mismo que caer (que significa fracaso), puede ser tan meritorio como subir. Y esto, donde mejor se comprende es en la escalada, pues no es posible quedarse a vivir en las alturas, sino que es necesario volver a bajar, desafiando más peligros y solucionando nuevos problemas. Así pues, en los sueños de escalada y en todos aquellos en que pueda subirse y bajarse, cuando se baja bien y sin caer no presagia un fracaso o una pérdida de categoría; es finalizar lo empezado, un negocio o una empresa; es el logro y la consolidación de una etapa o un proyecto.