HOMICIDIO: Reconocimiento de una parte de la persona a quien matamos que no nos gusta o manifestación de un complejo de inferioridad.
HONDA: Fuerza del débil, deseo de vencer a quien es más poderoso que nosotros.
HORMIGAS: Trabajo organizado y previsor. Si las hormigas invaden nuestra casa, el presagio deja de ser favorable, anuncia multitud de pequeñas molestias que a pesar de su escasa importancia nos harán la vida imposible. Si las hormigas nos invaden el cuerpo, especialmente si llegan a nuestra cara, presagian accidente o grave enfermedad.
HOSPICIO, HOSPITAL: Temor a la muerte o a verse desatendido en circunstancias graves.
HOTEL: Deseo de una vida más lujosa y brillante.
HOZ: Muerte.
HUERTO: Riqueza y bienestar.
HUESOS: Muerte, penas, contratiempos. Si se repite durante mucho tiempo indica una crisis depresiva.
HUEVOS: Renovación, fecundidad, matrimonio, maternidad, riqueza.
HUMEDAD: Emociones, sentimientos, desde un punto de vista pasivo, negativo.
HUMO, HUMAREDA: Confusión o existencia de enemigos ocultos.
HURACÁN: Prueba que hay que superar. Si la emoción que recibimos es negativa implica temor, culpabilidad, incapacidad de respuesta que puede acarrearnos pérdidas de bienes, de amistades. También puede presagiar accidentes.
IGLESIA: Realización de un deseo.
INCENDIO: Pérdidas o conflictos.
INCESTO: Personas mimadas que , en opinión de su inconsciente aún desean serlo más, y con este sueño manifiestan su resentimiento. “Complejo de Edipo”.
INCIENSO: Amores puros y delicados.
INFIDELIDAD: Disconformidad con algún rasgo de carácter o comportamiento de nuestra pareja.
INFIERNO: Simboliza al mundo subterráneo del inconsciente arcaico y colectivo.
INMOVILIDAD: Complejo de inferioridad, temor a no saber comportarnos como requiere la ocasión; de no saber decir la palabra adecuada, de no alcanzar el objetivo propuesto. Puede significar también estado de agotamiento físico o nervioso, necesidad de descanso y, quizá de un tratamiento revitalizador.
INSECTOS: Simbolizan que en la vida real estamos acumulando resentimiento, temor y desprecio contra los demás. Es una forma de decirnos a nosotros mismos que despreciamos y consideramos inferiores a quienes nos rodean, pero a la vez les tememos.
