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INTERPRETACION DE LOS SUEÑS (62)


PARAGUAS: Soñar que nos cobijamos debajo de un paraguas para resguardarnos de la lluvia revela el deseo de huir de las responsabilidades y de los reveses de la vida.

PARAÍSO: Deseo de alcanzar cualidades sobrehumanas y vida paradisiaca, pero sin poner nada de nuestra parte para conseguirlo. Tras estos sueños se esconde inactividad, fantasía y debilidad de carácter.

PARÁLISIS: No poder hablar, caminar, ni realizar el menor movimiento, aunque sea en sueños, es algo que sólo quien lo ha pasado sabes hasta qué punto resulta angustioso y aterrador. Este sueño casi siempre revela que en la vida real nos hallamos sumidos en una grave indecisión o en la imposibilidad de resolver un conflicto o problema importante. O quizá se trate de una derrota en la vida a la que creíamos poder sobreponernos de inmediato, pero no ha sido así. En el primer caso, mientras no se solucione la situación conflictiva o nos resignemos a las consecuencias de la misma, sean las que sean, el sueño puede seguir repitiéndose con cierta frecuencia; y en el segundo también nos advierte de que debemos resignarnos a la derrota, a hacer fecundo nuestro dolor y a esperar una nueva oportunidad de salir adelante.

PARARRAYOS: Tanto en los sueños como en la vida real, el pararrayos es una eficaz ayuda que nos protege de lo imprevisto.

PARDO: El color pardo es el color de la tierra. Es cálido, sereno, maternal y sencillo. Así pues, si en sueños nos vemos vestidos de color pardo, o entre una serie de tejidos, objetos o colores escogemos los de color pardo, es un reflejo del deseo o de la premonición de que nos aguarda una vida natural y sencilla.

PARIENTES: Sorpresas o noticias, sea cual sea el grado de parentesco que les una al soñador. Soñar vivos a parientes ya fallecidos siempre anuncia algún acontecimiento, bueno o malo, según la expresión tranquila o agitada de los mismos, Pero es muy importante no confundir los sueños de parientes con los sueñosde niños, en los cuales retrocedemos a situaciones y lugares de nuestra infancia y en los que pueden intervenir parientes y personajes de entonces. En los sueños de parientes, la acción sucede aquí y ahora.

PARTERRE: Ver en sueños un parterre florido es un signo de alegría y bienestar; pero si las flores del parterre están marchitas, o el parterre descuidado y sin flores, lo que anuncia son preocupaciones y problemas.

PARTO: En primer lugar, hay que tener en cuanta si se está esperando un nacimiento en la familia, en cuyo caso el sueño carece de valor profético por tratarse del traslado a los sueños de la natural expectación e inquietud que la situación produce en todos, especialmente en los padres. De no ser así, es que algo que se hallaba gestando en el interior del soñador pugna por salir, por materializarse, y tanto puede ser el final de un periodo vital, el inicio de una nueva etapa de la propia personalidad, como un hijo del espíritu: una idea, un proyecto, una obra en la que se han depositado todas las esperanzas, en la que se ha trabajado intonsamente está a punto de convertirse en realidad. Lo curioso de estos sueños es que la parturienta también puede ser “parturiento”, pues pueden tener ambos sexos. En las mujeres sin hijos estos sueños suelen presentarse en la edad madura, cuando una vez perdidas las esperanzas de ser madres deben buscarse otros objetivos vitales, lo que comporta todo un cambio trascendental en la personalidad. En cambio, en los hombres, cuando lo que se va a parir es una creación del espíritu; el parto a veces tiene lugar por los sitios más inverosímiles, como puede ser la cabeza o el pecho, como si quisiera dejar constancia de qué es lo que más ha influido en la gestación de la obra. En todos estos sueños hay que tener en cuenta si el parto es feliz y sin contratiempos, lo que es un magnífico presagio para lo que se pare, o si es problemático y requiere ayudadas exteriores (fórceps, cesárea, etc.), lo que indicaría que la cosa se realizará, pero con grandes complicaciones y dificultades. Si el parto se malogra es que lo que esperábamos abortará sin poder realizarlo.

PASTOR: En sueños el pastor es el guía, el maestro, de acuerdo con la simbología, pero puede serlo en todos los terrenos y no sólo en el espiritual. Si soñamos que el pastor lo somos nosotros, el sueño revela nuestra sana ambición de dirigir a los demás; pero si el pastor es otra persona, el contexto del sueño y lo que haga el pastor, o lo que el sueño despierta íntimamente en nosotros, es donde se hallará la verdadera clave del mismo.

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