PROFESIONES: Cada profesión tiene una íntima relación simbólica con su misión en la vida real, y los sueños en que aparece un profesional, o se desempeña una determinada profesión que no es la nuestra, delatan que algo existe en dicha profesión o en su simbolismo que tiene una importancia especial para nosotros en el momento de soñar, importancia que podremos desentrañar gracias al simbolismo propio de la profesión y al del nivel en que se desenvuelve la misma. Por lo general, siempre son sueños positivos, excepto cuando para nosotros encierran algún significado personal precedente de recuerdos o experiencias desagradables, con lo que el significado del sueño se particulariza y se refiere al sentido negativo que encierre para nosotros dicho recuerdo o el simbolismo de la profesión. En cuanto al simbolismo del “nivel” al que terminamos de referirnos, consiste en realizar una comparación del nivel en que podemos suponer se desenvolvería la profesión en un paisaje ideal con los niveles de nuestra propia personalidad. De este modo podríamos ver que el nivel más bajo geográficamente correspondería a marinos y pescadores, que trabajan al nivel del mar; luego vendrían los labradores, jardineros y demás profesiones derivadas de campos y valles; a los pastores y ganaderos les correspondería la falda de la montaña; en cuyas cavernas trabajarían los mineros, herreros y alfareros; mientras que la cúspide correspondería a los ascetas, sabios, guerreros y mártires. Así, el pescador simboliza la extracción de los contenidos del inconsciente (los peces del mar); el marinero debe luchar con el mar, es decir, ha de enfrentarse a la fuerzas caóticas del inconsciente y de la pasión; el labrador se halla en contacto con la fertilidad de la tierra, a la que contribuye con su trabajo; el jardinero hace lo mismo, pero al ser el jardín un símbolo de nuestro mundo interior, es dicho mundo el que intenta mejorar; los mineros, a semejanza de los pescadores, se dedican a extraer los tesoros que residen en nuestro interior, mientras que alfareros, herreros y demás profesiones similares son modeladores y transformadores de la materia, de nuestra materia prima interior. Por último, ascetas y sabios dirigen la vida en su sentido espiritual y material; los guerreros la defienden, y los mártires la sufren.
PUENTE: Algo que media entre dos cosas separadas y sirve para pasar de una a otra. Pero este paso, ya sea de un lugar a otro, de un tiempo a otro, de la tierra al cielo, o incluso de la vida a la muerte, es un paso peligroso y condicionado. Para la interpretación del sueño es muy importante darse cuenta de cómos son los dos lugares separados por el puente y el estado del mismo, lo que bien analizado nos aclarará de dónde partimos, adónde vamos (o qué es lo que deseamos cambiar) y los peligros o facilidades con los que nos enfrentaremos hasta conseguir el fin propuesto. Debemos ser positivos si soñamos con un hermoso puente en un paisaje veraniego, y temer el porvenir si lo que soñamos es un puente desvencijado, construido con materiales inverosímiles, o muy estrecho, y más todavía si en el sueño hace su aparición la noche o el hielo. Y las consecuencias tampoco serán las mismas si caemos del puente y lo hacemos en un río (en el que seremos arrastrados por las pasiones y los instintos) o si caemos en un abismo, que simboliza la perdición. Pero también hay que tener en cuenta que un puente no es un lugar estable en el que podamos morar, ya que sólo sirve de tránsito pasajero, de modo que si en el sueño nos detenemos al cruzar y no llegamos al otro lado, o volvemos atrás, por hermoso que sea el sueño el pronóstico será incierto, por no decir malo.
PUERTA: La puerta, como el puente, es un lugar de paso; pero aquí no hay conflicto sino disyuntiva: se trata de saber si la cruzaremos o no. Por ello los sueños de puertas suelen ocurrir cuando nos hallamos en situaciones críticas o en vísperas de un cambio, y el que esté cerrada o abierta, y en este último caso lo que veamos al otro lado de la puerta nos dará la solución de dicha crisis. Una puerta abierta es una invitación a franquearla, sea cual sea la crisis, material o espiritual, en que nos hallemos. Lo que nos encontremos detrás de la puerta nos dirá si la salida de la crisis será para bien o para mal. Pero en todo caso, una puerta abierta es como una luz en las tinieblas. Si en cambio la puerta es muy baja, muy estrecha, y nos vemos dificultados para pasar por ella, es que la solución a la crisis impone algunos sacrificios; a lo mejor debemos renunciar a parte de nuestra propia carne, de nuestra materialidad para lograrlo. Y si la puerta está cerrada y no se abre cuando llamamos es que todavía no ha llegado el momento de la solución definitiva.
PUERTO: Final de un viaje feliz. Si el puerto lo vemos al partir de un viaje, indicará de dónde y en qué condiciones partimos.