En la religión católica se conoce a San Antonio de Padua como el santo patrono de las cosas perdidas , el cual obtuvo su reputación debido a un incidente en su vida. Un novicio había dejado la orden franciscana y se llevó consigo el salterio de Antonio. El rezó para que se lo regresaran , y el novicio se lo devolvió poco después , Antonio no solo lo aceptó sino que tambien le permitió al ladrón regresar a la orden. Despues de su muerte la gente empezó a rezar conectando a Antonio con las cosas perdidas.
INSTRUCCIONES:
1º.- Reza la oración completa:
" San Antonio, perfecto imitador de Jesús , que recibiste de Dios el poder especial de restaurar las cosas perdidas, concedeme que pueda encontrat ( el nombre del objeto perdido ) , que se me ha perdido . Por lo menos restaurame la paz y la tranquilidad de mente pérdida que me ha afectado mucho más qque la pérdida material. Además de este favor te pido otro que siempre quede yo en posesión de este bien que es Dios . Permiteme perder cualqueir cosa menos a Dios , mi bien supremo. No me dejes sufrir nunca la pérdida de mi mayor tesoro, la vida eterna con Dios. AMEN "
2º.- Reza la siguiente oración:
" San Antonio , San Antonio por favor ven aquí he perdido algo y no lo puedo encontrar "
3º.- Busca de nuevo el objeto perdido mientras rezas la oración para tí.
De hecho hay diferentes oraciones invocando a San Antonio para encontrar las cosas perdidas , ya que todos perdemos objetos que apreciamos y a veces el invocar la yuda a San Antonio nos ayuda a recuperar las cosas que estan pérdidas. Os adjunto otra orración:
" San Antonio Bendito , en Lisboa naciste, en Portugal te ciraste, allí estuvustes, allí estudiate. El primer sermón que dijiste fue revelado , que tu padre tenía que ser ahorcado. Al calvario subiste, el breviario perdiste , Jesucristo se lo halló y tres veces te dio ANTONIO , ANTONIO, ANTONIO ; da tres pasos atrás y al niño Dios te encontrarás , y tres cosas le pedirás : que lo perdido sea encontrado , lo olvidado sea acordado y lo ausente que sea presente ".
Rezar luego dos padres nuestros.
