REZAR: Cuando rezamos en sueños es que en nuestro interior nos sentimos culpables de algo que de día no queremos reconocer; también puede revelar que nos hallamos en una situación comprometida de la que no sabemos cómo salirnos, y para ello esperamos una intervención externa “milagrosa” que nos saque del apuro. El contexto del sueño y las circunstancias personales del soñador nos indicarán cuál de dichas acepciones es la adecuada a cada caso par titular.
REY, REINA: La imagen del rey concentra todos los deseos de autonomía, de autogobierno, de conocimiento, de poder, en este sentido, el rey, al igual que el héroe, el santo, el sabio y el padre, es el arquetipo de la perfección. Por otro lado, su coronación equivale a la realización, a la culminación. El título de rey se conceded a lo mejor de su condición; así, el león es el rey de los animales terrestres, el águila de las aves, y el oro de los metales. Y lo que el rey es para el hombre, lo es la reina para la mujer, y juntos constituyen la imagen perfecta de la unión del cielo y la tierra, del sol y la luna, del oro y la plata, del azufre y del mercurio. También (según Jung) simboliza el final del proceso de individualización por la conjunción armoniosa del consciente y el inconsciente. En los sueños, rey y reina suelen simbolizar a los padres o a aquellas personas poderosas de las que dependemos, y si nos soñamos a nosotros mismos en el papel de reyes es que consciente o inconscientemente hemos alcanzado el punto culminante de nuestra existencia, o una manifestación de nuestra incontrolada ambición; todo ello, según el contexto del sueño y la situación personal.
RIENDAS: Simboliza la inteligencia y la voluntad. Soñar que se rompen es un mal presagio, pues equivale a la separación o incomunicación entre cuerpo y alma, es decir, la falta de control y, en el peor de los casos, la locura o la muerte.
RIÑONES: Premonición de lo que ocurra en nuestra resistencia física o moral.
RÍO: Peripecias de nuestro destino. A veces, baja manso, fecundando las tierras que atraviesa, símbolo de riqueza y bienestar, otras, se desborda y arrasa furioso cuanto de atraviesa en su curso, presagiando la desgracia, el hambre y quizá hasta la muerte; a veces sus aguas on cristalinas, símbolo de pureza y felicidad; o turbias y enlodadas, presagio de sentimientos impuros y causa de pesares. Pero también el fluir de sus aguas puede simbolizar el fluir de la vida y las generaciones , revelando entonces nuestros deseos de perpetuarnos y de prolongar nuestra vida ya sea a través de nuestros hijos o nuestras obras. Por último, cuando el río fluye es que una corriente de energía y de sentimientos fluye también en nosotros, y a veces, cuando nos limitamos a contemplar el fluir de las aguas que se pierden en la lejanía refleja que estamos dejando perder dichas energía y dichos sentimientos sin aprovecharlos.
RIQUEZA: Los sueños de riqueza suelen ser una compensación falaz e ilusoria de la mediocridad o pobreza de la vida real, una huida ante las duras realidades de la existencia. Pero a veces pueden indicó que no nos resignamos y entonces son como un entrenamiento y un acicate que nos impulsa a luchar por conseguirla.
RIVAL: Los rivales que aparecen en los sueños raras veces son reales; lo que ocurre es que en nuestro interior estamos generando sentimientos amistosos acerca de otra persona, y como conscientemente nos negamos a reconocer la realidad de dichos sentimientos, se los endosamos a la figura del rival, creado con dicha finalidad en el sueño.