ROSA: Símbolo de perfección. Las rosas blancas simbolizan pureza e inocencia, lo que en los sueños puede significar el sutil pesar por la inocencia perdida o la esperanza de un matrimonio feliz; la roja simboliza el amor apasionado; la azul, el amor imposible, inalcanzable; la rosa de oro, la realización absoluta. En mujeres jóvenes es frecuente soñar que contemplan y admiran las rosas, pero sin atreverse a cogerlas por temor a las espinas, lo que revela su instintivo temor a las relaciones sexuales.
RUBÍ: Simboliza felicidad, intensidad y amor.
RUEDA: Simboliza protección y aislamiento, que se pierden cuando se rompe, y destino. Soñar que estamos en un vehículo del que se desprende o rompe una rueda nos hace temer una infinidad de males, desde la ruina material, moral o espiritual, hasta la pérdida de la felicidad. Equivale a decirnos que el destino nos hace una mala jugada. Y peor todavía si caemos bajo las ruedas de un vehículo, que representa la concreción de la fatalidad del destino. Si la rueda gira suave y silenciosa, nos augura éxito y buena evolución de las cosas, mientras que si chirría, serán obstáculos e impedimentos que, no obstante, no lograrán impedirnos la consecución de nuestros objetivos.
RUINAS: Sentimientos, ideas, circunstancias vividas, que ya no poseen ni un mínimo de calor vital, porque todavía subsisten en nosotros como un recuerdo desprovisto de utilidad, pero saturado de pasado y melancolía. Una excepción a este sentido más bien triste de los sueños de ruinas es cuando se trata de un monumento, un templo o una ciudad de la antigüedad que en sueños se nos aparece en perfecto estado, como si terminaran de construirlo; en este caso debemos interpretarlo como un buen presagio, como una promesa de inmortalidad para nuestras ideas o nuestras obras.
RULETA: Deseo de una vida mejor, pero a la vez debilidad de carácter y falta de coraje para conseguirla, por lo cual se sueña (tanto en vela como durmiendo) con un golpe de suerte que nos solucione todos los problemas. Si en el sueño apostamos y perdemos, refleja el temor a la desgracia y el infortunio.
SABIO: Mensaje directo y siempre benéfico de un consejero.
SACERDOTE: Aspiración al misticismo y la verdad. También inquietud moral.
SAL: Deseo de conservar y atesorar riquezas materiales, lo que parece un buen augurio, pero dado que la sal sólo es benéfica cuando va acompañada de la austeridad, su verdadero significado es el de aconsejarnos que si queremos ser realmente felices lo que debemos atesorar son bienes espirituales, pues de lo contrario lo que a la postre nos quedará es la amargura que también promete. Soñar con una extensión salada, como unas salinas o un lago salado, expresa lo estéril de nuestro mundo interior o la esterilidad de nuestros esfuerzos, siendo aplicable también esta última acepción (aunque en menor grado) a los sueños en los que se nos derrama la sal. Ofrecer o recibir sal, aunque sea en sueños, es un buen augurio, pues equivale a asegurarse que contamos con solidas amistades y eficaces apoyos.
SALPICADURAS: Advertencia para que seamos muy cuidadosos con lo que hacemos o decimos, pues existe el peligro de vernos mezclados en algún escándalo.
SALTAR: Sólo es buen presagio cuando se salta hacia arriba, o sea en los saltos de altura, ya sean simples o de pértiga, en cuyo caso indicarán nuestros esfuerzos por mejorar de posición, ya sea por nuestro propio esfuerzo o con ayuda de los demás. Cuando el salto no es deportivo equivale a querer saltar obstáculos en la vida real con excesiva ligereza, lo que es una imprudencia. La naturaleza de los obstáculos o peligros nos vendrá explicada por el nombre de lo que saltamos. Si en sueños nos vemos obligados a saltar significa que nos veremos en una situación difícil, que deberemos superar pruebas que no desearíamos por considerar que no estamos preparados para superarlas; pero cuyo resultado será bueno o malo según como finalice el salto soñado. Si lo que soñamos es que debemos saltar pero nonos atrevemos a hacerlo, revela nuestro temor acometer una imprudencia.