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ANGEL DEL SABADO.

ANGEL DEL SABADO:

El día Sábado de descanso para algunos, le dedicaremos nuestras actividades y momentos al Arcángel Zadquiel. El aparece como una especie de guardián del karma, debido esto a que se cree que él custodia los archivos de las vidas pasadas de la gente y los archivos del karma tanto de cada individuo como de cada grupo humano; pero, a la par de esta labor de registro kármico, él intentaría disolver las cargas kármicas de la gente a través de una influencia espiritual dirigida a la liberación del perdón.

La función de más relevancia del Arcángel Zadquiel es la de dirigir a los Ángeles Violetas y a los Ángeles Ceremoniales; y, principalmente, ejercer una labor de transmutación energética a través de la propagación y ministración de la Llama Violeta.

En cuanto a sus virtudes o cualidades, estas son: libertad, compasión, misericordia, piedad, bondad, transmutación, transformación.

Los dones espirituales que nos puede otorgar son estos: liberación espiritual, capacidad de perdonar, compasión y misericordia, saneamiento de experiencias y recuerdos dolorosos, disolución de energías negativas que se han anclado en nosotros, transmutación y consecuente evolución espiritual, alegría, tolerancia y eliminación del pesimismo y el sentimiento de derrota, impotencia y desesperanza.

Es a él a quien debemos acudir cuando no podemos encontrar esa libertad interior que día a día nos arrebata el vacío inherente al condicionante orden del mundo, o bien cuando somos nosotros mismos los que, guardando rencores y odios, nos oponemos al despertar de nuestra libertad interior. Así mismo, podemos orarle si deseamos librarnos del negativismo o acelerar nuestra evolución espiritual.

Se invoca cuando se necesita:

– Perdón y misericordia

– Paz en el corazón

– Cambios en el modo de ser

– Orientación para lograr evolucionar el espíritu

El ejercicio del día Sábado es el siguiente:

1 – Colócate en un lugar silencioso donde pueda concentrarte sin ser interrumpido, preferiblemente en la Noche.

2 – Respira profundo y aquieta tu cuerpo y mente.

3 – Coloca en tus manos alguna imagen del Arcángel Zadquiel.

4 – Enciende una vela de color violeta.

5 – Mantén una respiración suave y pausada.

6- Di la siguiente oración

“Invoco tu presencia, arcángel Zadkiel, escucha mi voz e intercede por mi ante el Creador, cuando este por desfallecer, y tenga una pena no se aparta de mí. Yo confieso haber cometido errores, algunos con inocencia y otros con alevosía, mas hoy confieso querer comenzar un camino distinto. Te invoco para que me ayudes a liberarme de la energía negativa que guardo en mi corazón, libérame del rencor y del dolor. Ayúdame a perdonar y a olvidar las ofensas y la humillación. Arcángel Zadquiel, purifica mi corazón y llena mi alma de amor divino. Gracias Amado Ángel por ayudarme a perdonar y volver a empezar. Amén”

7- Cierra tus ojos y mantente en silencio por 10 minutos.

8- Deja consumir la vela y acuéstate a descansar.

9- Deja que llegue su mensaje en sueños.


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